Coge un lepero el teléfono
– ¡Holaaaa!. ¿Es el nueve, cuatro, dos, ocho seis, siete, nueve, uno, cuatro.
– Si, si, no, si, si, no, si, no, si.
chistes de Los Morancos
Los Morancos, integrado por los hermanos César y Jorge Cadaval, representan un fenómeno duradero en la comedia española. Su inicio en los años 80 marcó el comienzo de una exitosa carrera que ha abarcado décadas, consolidándolos como uno de los dúos cómicos más queridos del país. Su estilo distintivo combina habilidades imitativas excepcionales con un humor agudo y sátira social, creando un cóctel único que ha conquistado la atención del público.
Olor natural
Un campesino y una campesina van por el campo y la mujer le pregunta al hombre:
– Oye, Paco… ¿Cómo sabe el caballo cuando quiere la yegua?
– Por el olor, mujer, por el olor.
Un rato después la chica le vuelve a preguntar al chico:
– Oye, Paco, ¿y el perro? ¿cuándo sabe el perro cuándo lo quiere la perra?
– Pues por el olor, por el olor.
Más tarde, la chica le vuelve a preguntar:
– Paco, ¿y el toro cuándo sabe cuándo quiere la vaca?
– Mujer, ya te lo he dicho: ¡por el olor!
– Pues Paco, ¿tú eres maricón o estás resfriado?
Ladrón de anillos
Tres gitanas están hablando (una está embarazada), y dice una de ellas:
– Ay, pos yo, con mi Richal, hi tinio mucha suelte, que con 5 años, el otro día entró en el Continente, y sin que lo viera el vigilante, se sacó él solito 5 cajas de leche, 4 paquetes de galbanzos, 2 kilos de harina, 12 yugures y 2 litros de pisicola, y así nos hemos pasao el mes sin pasal pizca de jambre ni ná…
Otra gitana cuenta:
– Eso no es ná, mi Kevin con 3 añitos na más, entró el otro día en Expert, y sin que lo viera el vigilante, se sacó 3 lavadoras, 10 minipimers, 2 televisores, 4 vidios y 7 compacdis, y asín vendiéndolo to, hemos llegao mu de sobra a fin de mes…
Y la gitana embarazada dice:
– Pos este questa qui dentro, este va a plometel, que ya es un figura…
Las otras dos le responden:
– ¡AAYYYY! ¿Pero cómo puidis decil eso, si todavía no ha nacío?
A lo que la embarazada responde:
– Sí, pero es que ayel mi picaba el coño, y cuando mistaba rascando, el cabrón se quedó con los anillos.
Fontanero con faena
Un fontanero lega a un bar y le dice un amigo:
– ¡Qué mala cara tienes! ¿Qué te pasó?
– Que fui a arreglarle una cañería a una mujer. Me sedujo, fuimos para cama, cuando estaba en la faena, sale el marido del armario y ¡pumba!
– Te la metieron doblada.
-¿Doblada? ¡De punta, me la metió de punta!