A las tres de la madrugada un hombre llama a su médico por teléfono:
– Ay, doctor, no puedo dormir. ¿Padezco de insomnio?
– Y que se ha propuesto usted, ¿propagar la epidemia?
Un hombre llega a la consulta del psicólogo y dice:
– Doctor, tengo un gran complejo de superioridad.
– A ver, siéntese, aquí lo vamos ayudar.
– ¡Qué me vas ayudar tú, doctorcillo de pueblo!
– Doctor, doctor, tiene que ayudarme! No se que me pasa que enseguida pierdo los nervios y me pongo a insultar a todo el mundo.
– Está bien. Cuéntame sobre el asunto.
– ¿Y qué cree que estoy haciendo, pedazo de imbécil?