– Doctor, doctor, no puedo pronunciar correctamente la palabra «sapato».
– Bueno, no la pronuncia usted tan mal…
– No, doctor, escuche atentamente: SA-PA-TO.
– Un ligero seseo, no es para tanto…
– No lo entiende usted doctor, escuche: Lunes, martes, miércoles, jueves, viernes, SAPATO.
chistes de medicos
Ojos que no ven
En la sala donde los estudiantes de medicina hacen prácticas, llega un hombre con un ataque al corazón:
– Mi corazón, mi corazón.
Tranquilo hombre, le dice el estudiante, que enseguida viene un médico y le atiende.
En eso llega uno de primero y pregunta:
– ¿Es éste el del corazón?
– Sí doctor, sí.
Saca dos agujas y chass chass, se las clava en los ojos, a lo que el estudiante dice:
– Pero oiga, que era el corazón lo que le dolía.
– Ojos que no ven…