chistes malos

Durante un vuelo la azafata se acerca a ver que le ocurre a un hombre que protesta amargamente.
– ¡Estoy harto de esta compañia! refunfuña, ¡siempre me toca el mismo asiento! no puedo ver la película y, como las ventanillas no tienen persianas tampoco puedo dormir.
A lo que la azafata responde:
– Deje de quejarse y aterrice de una vez, comandante.

En la peluquería le acaban de lavar la cabeza a una señora y le preguntan:
– Señora, ¿Le envuelvo la cabeza con una toalla?
Y la señora responde:
– No, me la llevo puesta.

Un señor se pasa un semáforo en rojo y lo para un policía para ponerle una multa, pero el señor le dice:
– Perdone señor agente, es que yo soy daltónico.
Y el policía le dice:
– ¡No me venga a decir que en Daltonia no hay semáforos!

– ¿Dónde puedo encontrar al capitán?
– Por babor.
– Ah, disculpe usted, por babor, ¿dónde puedo encontrar al capitán?

Se encuentran dos amigos por la calle:
– Oye Paco, ¿y tú donde vives ahora?
– En Leganés.
– ¡Qué bien! Entonces verás al monstruo, ¿no?