Un antropólogo está realizando unos estudios en una tribu africana, y es llamado por el jefe de la tribu que le dice muy enfadado:
– Venir aquí antropólogo. Haber nacido niño blanco en tribu.
El antropólogo intenta quitarse el muerto de encima y le responde, señalando a un rebaño de ovejas:
– Mire jefe, en genética todo es posible. Mire ese rebaño de ovejas blancas, verá usted que entre ellas ha nacido una oveja negra.
El jefe, sofocado, le contesta:
– Antropólogo, yo no decir nada de niño blanco. Tú no decir nada de oveja negra…
luna de miel
Un hombre conoció una linda mujer y decidió casarse con ella inmediatamente.
Ella le dice:
– Pero no sabemos nada uno del otro…
El respondió:
– No hay problema, nos conoceremos con el tiempo.
Ella aceptó.
Se casaron y fueron a pasar la luna de miel en un lujoso apartamento. Cierta mañana, estaban ambos recostados junto a la piscina, cuando él se levantó, subió al trampolín de 10 metros realizó una perfecta demostración de todos los saltos que existen y regresó junto a la esposa.
Ella le dice:
– ¡Eso fue increíble!
– Fui campeón olímpico de saltos ornamentales. Te dije que nos conoceríamos con el tiempo- respondió él.
En eso, ella se levanta, entra en la piscina y comienza a nadar, ida y vuelta con impresionante velocidad. Después de 30 vueltas, sale y se va a recostar junto al marido, sin demostrar ningún cansancio.
El dice:
– Estoy sorprendido!, ¿fuiste nadadora olímpica?
– No, -explicó la dama- fui puta en Venecia y atendía a domicilio.
Monjas con San Pedro
Un grupo de monjitas va pasando por delante de San Pedro para entrar al cielo. Entonces éste le pregunta a la primera,
– Hermana Verónica, ¿Ha tocado usted un miembro masculino alguna vez?
Ella le contesta que sí, pero que sólo lo tocó con un dedito.
– Pues hermana, lávese el dedo aquí en el agua bendita, y luego entra.
A la segunda monja le hace la misma pregunta, y ella le responde que sí pero sólo con la mano.
– Entonces… Hermana Gertrudis, lava la mano en el agua bendita, y entra.»
De pronto llega corriendo y empujando la hermana Maripuri y se coloca al frente de la fila.
– ¿Por qué tanto apuro, hija mía?», le pregunta San Pedro.
Y la hermana responde:
– Porque si tengo que hacer gárgaras con esa agua bendita, quiero hacerlo antes de que la hermana Remigia se lave el culo.
Jaimito en el balcon
Estaba Jaimito en el balcón y oye: «¡Hijo puta!» y dice:
– Papá, ¿qué significa hijo puta?
Y le dice el padre:
– Significa «amigo»
Sale Jaimito otra vez y oye: «mierda» y le pregunta el significado a su padre y éste le dice que significa «abrigo».
Vuelve a salir y oye: «¡ostia!» y el padre le dice que significa «caramelo».
Llega el día del cumple de Jaimito y llegan sus amigos. Jaimito dice:
– Pasad, pasad hijoputas y dejad aquí vuestras mierdas que voy a repartir ostias…
Hacerle una tarta
La esposa le dice al esposo:
-¿Por qué no arreglas la luz del pasillo?
El esposo contesta:
– ¡Pero si yo no soy electricista!
– ¿Por qué no arreglas ese mueble de la cocina?
– ¡Pero si yo no soy carpintero!
Un día llega el esposo y ve que la luz y el mueble están arreglados y el esposo le pregunta: «¿Cómo has arreglado todo?»
– Vino el vecino nuevo y lo arregló todo.
– ¿Y te cobró algo?
– Bueno, me dio a elegir entre hacerle una tarta o acostarme con él.
– ¿Y de qué le hiciste la tarta?
-¡Pero si yo no soy pastelera!
palabra de contraseña
Una consultora informática, que estaba ayudando a un hombre a configurar su ordenador, le pregunta qué palabra le gustaría utilizar como contraseña para entrar en su sistema. Con la intención de ponerla en una situación embarazosa, éste le dice que escriba PENE con mayúsculas.
Ella, sin inmutarse ni decir una palabra, introduce la contraseña. De pronto, la chica casi se desternilla de la risa ante la respuesta del ordenador:
«Contraseña rechazada. No es suficientemente larga».